En cambio, no es nada vergonzoso sufrir por ser cristianos. ¡Alaben a Dios por el privilegio de que los llamen por el nombre de Cristo!
1Pedro 4:16
Resistencia Paciente
Cuando nos convertimos en cristianos, podemos caer en la tentación de aferrarnos a la falsa creencia de que nuestras vidas estarán libres de problemas. Pero la verdad es que todos sufrimos. Sin embargo, cuando pertenecemos a Jesús, no pasamos solos por situaciones dolorosas. Y cualesquiera que sean las dificultades a las que te enfrentes, ése no es el final de tu historia.
Dios nos ve en los mejores y peores días de nuestra vida, pero su amor por nosotros no cambia.
Él comprende nuestro sufrimiento más profundo porque él mismo lo experimentó cuando se convirtió en Emanuel, «Dios con nosotros».
Cuando nos sentimos abrumados por nuestras circunstancias, Dios puede mostrarnos cómo encontrar descanso. Cuando le entregamos nuestras cargas, Él puede aligerar el peso de nuestros corazones.
Dios puede ocuparse de nuestro dolor porque comprende nuestras dificultades.
Él es digno de confianza y fiel. Incluso en nuestras circunstancias, Dios puede mostrarnos cómo encontrar descanso. Cuando le entregamos nuestras cargas, Él puede aligerar el peso de nuestros corazones.
Dios puede ocuparse de nuestro dolor porque comprende nuestras dificultades.
Él es digno de confianza y fiel. Incluso cuando nuestras circunstancias parecen sombrías y sin esperanza, podemos confiar en Él para que nos guíe a través de cada situación.
El sufrimiento forma parte del ser humano, pero honramos a Dios entregándole nuestras dificultades y tratando de comprender cómo actúa en nuestras circunstancias.
Hoy, pasa algún tiempo con Dios y háblale de tus heridas. Pídele que te consuele y te diga lo que necesitas para afrontar tus circunstancias con valor y fortaleza.
Oración
Dios, cuando experimento sufrimiento, tengo la oportunidad de glorificarte con mis palabras y acciones. Ayúdame a reconocer la gracia que me concedes para ayudarme a superar las circunstancias. En cada situación, permíteme recordar que Tú eres fiel a los que te siguen. En el nombre de Jesús, amén.