El Señor es bueno, un refugio seguro cuando llegan dificultades. Él está cerca de los que confían en él.
Nahúm 1:7
Un Recordatorio de la Bondad de Dios
La carta de Nahúm al pueblo de Judá, en el sur de Israel, es a la vez una llamada al arrepentimiento y una carta de juicio. Las tribus del norte ya habían sido desterradas a Asiria, y la infidelidad de Judá también las estaba llevando al exilio.
En aquella época, Judá vivía una época de agitación nacional. El pueblo había sido infiel. Pero en lugar de centrarse en los peligros que les rodeaban o en las presiones culturales, Nahúm devuelve al pueblo a la verdad mostrando que el carácter de Dios nunca cambia.
Nahúm nos recuerda que Dios es bueno. Aunque el mundo que rodeaba a Israel cambiaba rápidamente, su Dios seguía siendo el mismo. Él siempre es bueno. En todas las circunstancias, podemos confiar en que Dios nunca cambiará, sino que siempre deseará lo que es bueno para nosotros.
Nahúm sigue recordándonos que Dios es nuestro refugio en tiempos difíciles. Porque Dios es todopoderoso, nos protegerá de los peligros de este mundo.
Por último, Nahúm nos dice que Dios cuida de los que confían en él. Cuando pones tu confianza en Dios, Él cuida de tu alma y la preserva. Aunque puede ser difícil confiar en Dios en tiempos de incertidumbre, las Escrituras nos dicen que éste es el único camino hacia la verdadera seguridad.
Tómate hoy un tiempo para reflexionar sobre tu propia vida y las circunstancias en las que te encuentras. Tanto si tu situación es buena como si es mala, recuerda estas tres verdades:
Dios es bueno.
Dios es tu refugio.
Dios cuida de ti cuando confías en Él.
Oración
Dios, gracias por cuidar de mí. Tú eres mi fuerza y mi ayuda. Prometes cuidarme y luchar por mí. Gracias por entregarte a mí. Hoy, recuérdame que estás cerca y enséñame a entregarme a ti y a confiar en ti. En el nombre de Jesús, amén.