Sean siempre humildes y amables. Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor.
Efesios 4:2
Aprende a Vivir con Humildad
¿Has conocido alguna vez a un cristiano enfadado?
Puede que te hayas encontrado con cristianos a los que les encanta refunfuñar, quejarse o incluso hablar mal de otras personas. Tal vez tú hayas sido esa persona algunas veces en tu vida.
Si no tenemos cuidado, podemos convertirnos fácilmente en hipócritas en el cristianismo. Después de todo, nosotros conocemos la verdad y los demás no. Puedes ver cómo puede ser tentador menospreciar a otras personas, rebajarlas o considerarlas peores que nosotros.
Pero esto no demuestra el verdadero sentido del evangelio de Jesús.
El Evangelio nos dice que todos partimos del mismo punto de partida. Y sólo a través de la gracia alcanzamos la salvación y aprendemos la verdad sobre el amor de Dios por nosotros.
Eso no nos hace mejores que los demás cristianos. De hecho, como dice Pablo en Efesios 4:2, debemos ser humildes y amables con los demás, en lugar de duros y críticos. Dice que debemos ser pacientes unos con otros, ayudándonos en todo lo posible para que todos crezcamos juntos.
Estas ideas no son originales de Pablo. De hecho, proceden de la forma en que Jesús vivió su vida. Como seguidores de Jesús, también debemos esforzarnos por ser amables, humildes y pacientes con todas las personas de nuestra vida. Independientemente de cómo se vean o piensen, todas las personas merecen dignidad, paciencia y amor.
Tómate hoy un tiempo para pensar de qué manera puedes desarrollar la paciencia, la humildad y el amor hacia los demás. Puede ser frenando lo suficiente para que la gente sepa que te importa, diciendo algo alentador a alguien o admitiendo ante alguien que has cometido un error.
Toma hoy la decisión de vivir en humildad y gracia con los demás.
Oración
Dios, tu Palabra me inspira a ser humilde, amable y paciente. Pero no puedo hacer estas cosas si tu amor no está en mí. Por favor, enséñame a ofrecer gracia por amor a los que me rodean. En el nombre de Jesús, amén.