Nunca le hables con aspereza a un hombre mayor, sino llámale la atención con respeto como lo harías con tu propio padre. Dirígete a los jóvenes como si les hablaras a tus propios hermanos. Trata a las mujeres mayores como lo harías con tu madre y trata a las jóvenes como a tus propias hermanas, con toda pureza.
1 Timoteo 5:1-2
Tratarse como Familia
En 1 Timoteo 5:1-2, Pablo instruye a su amigo Timoteo sobre cómo relacionarse con los miembros de la Iglesia. Escribe: ‘Nunca le hables con aspereza a un hombre mayor, sino llámale la atención con respeto como lo harías con tu propio padre. Dirígete a los jóvenes como si les hablaras a tus propios hermanos. Trata a las mujeres mayores como lo harías con tu madre y trata a las jóvenes como a tus propias hermanas, con toda pureza.’. En otras palabras, no trates a los demás como extraños o enemigos, sino ámalos y sírveles como de la familia.
Este pasaje nos recuerda que la iglesia no es sólo una reunión de individuos. Es una familia unida en Cristo. Vemos la necesidad de respeto, amabilidad y pureza en nuestras interacciones. Cuando vemos y tratamos a los cristianos como padres, madres, hermanos y hermanas, cultivamos una comunidad amorosa y solidaria que refleja el amor de Cristo. Nos pareceremos mucho más a Cristo.
Tratarnos unos a otros como familia significa mucho más que ser educados. Implica un cuidado genuino, una preocupación y un compromiso con el crecimiento espiritual y el bienestar de los demás. Nos desafía a mirar más allá de nuestras diferencias. Se trata de fomentar relaciones basadas en el amor y el respeto. Se trata de amar a los demás como Jesús nos ama.
¿Es siempre fácil? No. ¿Es difícil? Siempre. Cómo tratamos a los demás es una clara señal de lo que creemos, de quiénes somos, de lo que valoramos y del Rey al que servimos. Nos convertimos en un pueblo marcado por el amor.
Nos convertimos en la familia de Dios.
Oración
Dios, has creado un camino para que yo forme parte de tu familia. Gracias. Todo el concepto de familia existe porque Tú lo creaste. Ayúdame a entender Tu corazón por el cuerpo de Cristo y a amar a los demás como Tú lo haces. Te lo ruego en el nombre de Jesús.
